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Tú crees que me matas. Yo creo que te suicidas
Antonio Porchia
Tendrías que llorarlo todo
en una sola palabra.
Gritarla,
alargar la última vocal hasta el ahogo,
meter tus mentiras en la lavadora,
no desperdiciar insultos
los días que la fiebre,
te impida vocalizar con destreza.
Quisiera que soñaras
que me arrancas la lengua,
los ojos,
el corazón,
tal vez las manos.
Quisiera que creyeses que ya no canto,
no miro ni escribo,
quizá no amo.
Desearía,
todas las lágrimas
todas las lágrimas
que caben en una vida
para lanzarlas al olvido.
Pondría entonces en tu armario,
la pócima para acabar con tu herida
la pócima para acabar con tu herida
olvidando cada gesto
que dejé sobre tu almohada.
Tápate los oídos
Tápate los oídos
si te roza el eco de mi último orgasmo.
Muerde la mejor carne
e imagina que es en mi alma
donde clavas tus dientes.
Que la libertad de mi verbo
no marque tu camino.
Hace mucho que no existes.
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