Imagen de Duy Huynh |
Le comenté:
Me entusiasman tus ojos.
Y ella dijo: ¿Te gustan solos o con rimel?
Grandes,respondí sin dudar.
Y también sin dudar me los dejó en un plato y se fue a tientas.
Ángel González
En la pared permanecen todas las fotos en blanco y negro que haces a mi sonrisa.
Esta noche el frío me
despertó. La sábana se había deslizado hasta el suelo a causa del viento.
La pesadilla comenzó cuando cerré la ventana. Mi piel se relajó con el calor provocado por el roce de la
tela. Tú insistías en colarte bajo mis párpados para ver de cerca esa tristeza
bella, de la que tanto hablas.
El primer día que te vi, me pediste que no la escondiese; no sé mostrarla.
A veces me da miedo que el
latido de tu corazón agite mi almohada.
A ti nunca podría
transformarte en cicatriz.
A ti no quiero recordarte
por las fotos de mi sonrisa en blanco y negro.
Te presenté a las arañas
que recorren mi piel.
Te presenté a todas las
mujeres que habitan en mí.
A veces me da miedo que consigas
acariciar mi tristeza y que las fotos cobren color.
A ti nunca podría pedirte
una dosis de culpa.
A ti no quiero esconderte
como si no ocurrieras.
Hoy al amanecer me picaban
las pestañas. Sé que esta noche te has instalado en mis sueños pero cuando
estás tan cerca no escucho tu voz.
Yo también hago fotos en
blanco y negro. Elegí tus ojos, ellos nunca podrán ocultar tanto como el
movimiento calmado de tus manos.
Por todo lo que ha
sucedido, esta noche he roto el cuaderno, he jugado con las veintidós cartas.
Empecé a escribir pero las
palabras tenían un desagradable aroma a los años pasados.
Por todo esto he roto el
cuaderno, y jugué con las imágenes que descolocan mi rutina.
Es mi forma de aliviar ese dolor de mi mirada al despertar.
Es mi forma de aliviar ese dolor de mi mirada al despertar.
A veces me da miedo que se
mezcle mi locura con la risa de tu ombligo.
A ti nunca podría
instalarte en el futuro.
A ti no quiero regarte con mis lágrimas.
A ti no quiero regarte con mis lágrimas.