jueves, 12 de noviembre de 2015

BLANCO

Imagen de Vü Côn Dien

Bola de nieve arrojada que ahora estalla
 y se dispersan los copos muy lentamente.
Belén Gopegui



Me abrazas y nos hundimos en la unión de  la añoranza con el recuerdo de las últimas noventa caricias.

Mientras tú sonríes, yo cierro los ojos.

Me gustan los finales cuando el lápiz desemboca en el dibujo perfecto.

La pereza pesa tanto que solo deseo una enorme duna que se amolde  a mi cuerpo desnudo.

Nuestros gestos son tan lentos como la caída.

El color blanco es el después, la calma, el último capítulo del fuego de una noche exacta.

-       ¿Por qué no apoyas tu cabeza en la almohada? – te pregunto.
-        Nunca pongo barreras al vuelo de mis pájaros

Buscamos el frío porque ayer dejamos la manta más gruesa demasiado cerca. 

Rozamos una pequeña dosis de piel ajena, la justa para saberse acompañado durante un sueño intenso.

No hay dudas ni promesas. 
Tampoco conocemos ningún ayer. 


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