Imagen de Omar Ortiz |
Me muevo cómodamente por un laberinto sin curvas.
Cada pendiente estimula mis pasos firmes y en el punto exacto donde nos cruzamos, dibujo un círculo de color azul que detiene mi mirada bañándola en libido.
Tu saliva facilita el camino y yo me dejo llevar, permitiéndote que elijas el ritmo de esta danza que concluye en una duna sin lágrimas.
No hay puertas ni ventanas, solo puestas de sol llenando páginas de instantes cromáticos.
Pido a tus manos una nota desconocida que brote de entre mis piernas.
Yo te devolveré un gemido con sabor a láudano
Yo te devolveré un gemido con sabor a láudano
Ummm,un texto sugerente y elegante,enhorabuena,Cristina!
ResponderEliminarGracias, Jorge. Me encanta que pases por aquí.
ResponderEliminarAndo inmersa en un curso que me tiene fascinada... indagando también en el erotismo sutil.
Abrazos