Imagen de Cristina Lotti |
Él imagina que mis ojos son negros. Cree que mi corazón es tan pequeño que nadie lo encontró para arañarlo.
Inventa que solo sonrío con la suave curva que desciende hasta mi hombro.
Suele equivocarse de amanecer; después se apresura, pero el reloj nunca da marcha atrás.
Al fin y al cabo es una noche más, pálida como todas, susurrando en espirales.
También él es uno más, escondido tras la cortina raída, conformándose con mi silueta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.