jueves, 9 de noviembre de 2017

ALMAS GEMELAS

Imagen de Laura Stevens

Cuando se conocieron parecían mirarse con los mismos ojos. 

Sus silencios se inmiscuían magistralmente entre sus diálogos porque siempre coincidían esos momentos, en los que ninguno de los dos tenía nada que decir. 

Algunas tardes se sorprendían vistiendo del mismo color. 

No pensaron en que llegarían las noches en que a uno le apetecía relajarse y que el otro tomara la iniciativa.

O que quizá a sus agotadoras idénticas agendas les vendría bien una revisión de alguien loco que viviese sin reloj. 

Un lunes cualquiera se dieron cuenta de que jamás podrían complementarse.
Solamente estaba en sus manos duplicarse, o mucho peor, morir de aburrimiento por una sobredosis de sí mismos.

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