Golpeando en una tumba como un velo podrido.
La eternidad busca un reloj de pulsera
André Breton
Cuando no me ven,
soy nadie,
y sin tamaño.
Un alma vestida de dudas,
en busca de un recipiente
que la acomode los domingos.
Pido un cuerpo
Pido un cuerpo
tras una cruel resaca
de emociones desatadas.
Pero hoy,
Pero hoy,
ni siquiera amanece.
Ningún instante,
ni abrazos posibles,
cuando no me ven.
Hoy me falta el margen
Hoy me falta el margen
donde escribir palabras,
la página en blanco
para dibujar el sol,
la pluma necesaria
la pluma necesaria
para dar calor.
No disfruto de abrigo,
No disfruto de abrigo,
no tengo frío.
Tampoco lloro
¿Dónde están las lágrimas
que mojan mejillas?
Ausencia de besos.
Ya no hay pómulos,
no hay rostro.
No camino,
ni rompo espejos.
No muerdo,
no gimo.
No hay nada
y solo hay miedo.
Sin orgasmos,
sin yemas de los dedos,
sin ruido,
sin memoria.
Dime alma,
¿por qué lo único que haces es doler,
cuando no hay cuerpo?
Pero... ¿y cuando te ven?
ResponderEliminarHay una invisibilidad peor: no verse a una misma ;)
Un abrazo visible
Gracias Ana, por dejarte ver.
ResponderEliminarEste texto pretendía ser otro pero como últimamente me permito hacer lo que quiero, cómo permitirles menos a mis letras... Eligieron el poema que tanto respeto me da.
Pronto escribiré "Miedo al poema"
Estoy en una etapa de mirarme, verme y gustarme, ya tú sabes ;)
Abrazos visibles y palpables.
No dejas de sorprenderme..gracias por estar siempre ahí y por tu valentía, sin ella nos perderíamos todo esto..
ResponderEliminarMil besos
Qué cercano siento tu poema, me duele y me encanta. Un abrazo, Liana
ResponderEliminarGracias Liana, esta noche se la dedicaré al cuaderno. Un abrazo enorme.
Eliminar