Imagen de Keiko Minami |
El aplauso crea una responsabilidad permanente.
Mercedes Sosa.
A veces finjo que sé combinar las palabras en un poema, después junto las líneas y le doy forma de cuento porque el traje de la poesía me queda demasiado grande.
Mi única intención es limpiar mi intestino y sacar a
pasear los fantasmas, fruto de afiladas
emociones, consiguiendo que al menos embellezcan un cuaderno.
Si escucho un insulto o a alguien quejarse de que
abrí una puerta de la casa a la que nunca fui invitada, recuerdo esos clavos
que agarran mi deforme cabeza de fémur y pienso que puedo entrar donde me dé la
gana, sin llaves e incluso sin puertas.
Si te molestan mis ojeras es porque no sabes el
montón de historias que se esconden tras ellas.
Si crees que mis lágrimas son falsas, quizá te las
preste para que compruebes que mojan tu rostro y descubras que sin ser poeta sé llorar, sin
ser cantante sé gritar, que no quiero que me des tu mano, sé caminar sola por
la noche en el peor barrio de Madrid.
Conozco el dolor de no tener piernas, me enseñó a volar sin saber correr.
Me aburren los aplausos; son solamente golpes que se
dan dos manos idiotas a sí mismas.
A veces soy tan pequeña que me piso.
El mejor momento del día es hacer unos largos en la
taza del café que desayunas y convertirme en la culpable de tu insomnio.
Si todavía te preguntas si soy poeta, te diré que no.
Solo soy nueve mujeres distintas que se enredan en un
solo cuerpo queriendo ser árbol .
No me pidas flores todos los días del año.
Puedes hacer lo que te da la gana. Eres más libre que muchos. Has aprendido mucho y bien de lo que has vivido.
ResponderEliminarNada de pisarte. Ni de que te pisen.
Y no son aplausos.
Un abrazo
Lo sé.
EliminarTengo mucho que leerte... a ver si me pongo al día este fin de semana.
El mejor momento del día es hacer unos largos en la taza del café que desayunas y convertirme en la culpable de tu insomnio. ... estupendo, besos, Luisa
ResponderEliminarGracias, anónima Luisa. Besazos
EliminarEl momento desayuno siempre me gustó.