viernes, 27 de noviembre de 2015

TRISTEZA

Imagen de Mozneko

- Eres muy bonita, Midori.
- ¿Cuánto?
- Tan bonita como para hacer que las montañas se derrumben y el mar se seque.
Haruki Murakami 


Deseo acomodarme en la tristeza cuando adquiere forma de esponjoso sillón.  Reconforta hundirse en ella cual adormidera.

Las vocales permanecen mudas, no saco punta a las consonantes. Combino unas letras con otras para que chillen en voz baja, murmurando grises.

Jamás ensordece. Es tibia, no hiela, mucho menos calienta.

Consigue como nadie que los cuentos resbalen por mi espalda acariciando cada vértebra hasta finalizar en tenue pellizco.

Nunca duele o enrojece como la ira o el odio. 
No araña como tus falsos abrazos.

Dibuja bellos poemas y se resguarda entre líneas de posibles tormentas. 
Difumina desnudos y torna su voz en balada.

Ella seduce y mira siempre de frente.


Hay días en los que agarro el cuaderno y me enamoro locamente de la tristeza.



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