viernes, 6 de noviembre de 2015

NADA QUE PERDER

Imagen de Vikki Chu 


-Sírveme un poco de té, susurró. 
Él levantó la taza y se la tendió.
- De tu boca

Yasunari Kawabata 



Déjame entrar  en tu cuarto, a ratos. 

Ayer lo perdí todo. Llego sin equipaje, con las manos llenas de proyectos y a paso lento. 

Vengo a quedarme en ese hueco de tu vida que me ofrecieron tus ojos. 

Préstame unas cuantas letras. Sé que tus largos dedos manejan bien el lápiz. Yo las mezclaré a mi antojo y conseguiré  el cuento que anhelas. 

Te  ofrecerè mi piel para que dibujes melodías. 

Inventaremos banquetes que alternen sabores dulces y amargos; no queremos que la luna  nos refleje de un solo color. 

Estar tan cerca de tu alma me asusta y me abriga. Escucho tu respiración y me acomodo en la quietud de tu cama. 

Mañana no habrá trenes.

Me gustan los minutos que almacenas a escondidas y tu manera  de  regalarme el tiempo que no perdemos.

Esta noche solo quiero abrazarte en silencio, sin aderezo. 



2 comentarios:

  1. ... todo que ganar

    Las almas ajenas asustan tanto como atraen. Bueno, algunas... no todas.

    ¿Hiciste del cuarto un cuarto propio?

    Un abrazo

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    Respuestas
    1. No, entré pero ... sin invadir ;)
      Mantengo mi cuarto propio, dejo también que entren, eso sí.

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