Imagen de Leilei Huang |
Podría estar encerrado en una cáscara de nuez y sentirme rey de un espacio infinito.
William Shakespeare
La
sensación es la de un tren que se dirige al infinito aunque cada una de las
imágenes que se suceden veloces, rozan el cristal de la ventana con un traje
efímero.
Conservo
las fotografías de las estaciones donde todo sucedió a tiempo, los abrazos que
te pedí y me diste mientras amanecía despacio, el brillo de mis ojos cuando la
emoción detuvo el flujo de las palabras.
He
mezclado especias que no combinan bien
y el resultado es delicioso.
Mis
zapatos han envejecido pero la flexibilidad
de mi tobillo rejuvenece al escuchar la melodía de un comienzo.
Aún
te espero al doblar la esquina del olvido, pero queda un largo viaje hasta que
el contorno de nuestras siluetas, vuelva a ser preciso.
La
ciudad de ayer me despertó con la brusca caída que necesitaba. Han sido años
ensayando el momento en que me pondría en pie.
Los
pétalos de las flores aquí no se secan y las mentiras duelen menos por culpa de la distancia.
No
volveré a suspirar tras los puntos finales aunque añoro algún mordisco en el
ventrículo izquierdo.
Sí, fui
yo quien prendió fuego al diccionario.
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