Imagen de Aozake Nomaki |
Sólo el latido al unísono del sexo y del corazón puede crear el éxtasis.
Anais Nïn
Me dice que soy frágil y
cálida, a veces caliente.
Observa el hueso abultado
de mi hombro y pasa su dedo por él. Sonríe y apoya su mano
derecha entre mis muslos, sin peso, sin movimiento,
sin más.
Le gusta perseguir mis
lunares.
Yo cierro los ojos durante el recorrido.
- Hace mucho que no lloras
– me dice
- Ya no hace falta -
respondo
Me acomodo en cada una de
las notas de su silencio. Abandono las palabras para
encontrarme con ellas más tarde. Me doy cuenta de que son las
que mi cuento pedía.
Contemplo de lejos su
forma de manejar la alquimia, cómo envuelve con música lo efímero.
Alguna vez pide mis oídos. Yo detengo el tiempo y
escucho.
Sus dedos nunca se pierden
sin querer, aunque hay noches en las que
prefieren el camino más largo para recorrer mi cuerpo.
Despierto siempre con ganas, aunque el amanecer permanezca aún lejos.
Escucho el agua que llega con fuerza. Quiere pasar por un
estrecho hueco.
Me disfrazo de final.
Soy el punto exacto donde el agua se libera.
Explosiona y nace, para caer desde una gran altura y en forma de orgasmo.
Imagino la cama inundada; me quedo quieta.
Son tantos los pájaros que
nos observan desde lo alto...
Cierro los ojos y pienso
en azul.
Todo es azul mientras
recuperamos el sueño.
Me olvido de que huele a
invierno.
Me gusta, sigue latente tu fuerza y tu sensibilidad, lo mejor de todo, hay amor en tus palabras y para nada son frágiles!! Liana
ResponderEliminarAmor del bueno ;)
EliminarGracias, sol. Mis cuadernos se llenan con fuerza.
Lo he vuelto a releer con motivo del concierto de Liana y me gusta: fragil, sensible, fuerte, porque no pueden combinarse estos adjetivos?, Luisa ( Carolina)
ResponderEliminarExcelente mezcla: fuerte + sensible.
EliminarGracias Luisa, ha sido una noche muy emocionante para mí. Azul necesitaba el sonido de un piano. Abrazos