Dibujo de mi amada Erika Kuhn |
Me llevaba alto y luego bajo, como ningún otro revulsivo. Era mi trastorno bipolar. Mi sístole y mi diástole.
Emilio Bueso
Suelo vivir apoyada
en las nubes. Me distancian
de esta realidad plana y común para empujarme al otro lado del espejo. Allí me espera otro mundo que se moldea a mi gusto.
Hoy desde la nube
más pequeña, mi preferida, sentí vértigo.
Dudé porque hacía
años que no rozaba con mi mano un sueño notando que estaba tan cerca.
Quizá
haya pasado demasiado tiempo volando y se haya agotado la batería de mi
brújula.
No estoy acostumbrada a que me abrace la recompensa por mi trabajo, ni
a que sonrías tan temprano.
No entiendo bien el
motivo por el cual no falta nada en la nevera, la temperatura es tan agradable
que sobran las sábanas y las noches fluyen desembocando en amaneceres
calmos.
Me pierdo en este laberinto de
felicidad y me empeño en desconfiar cada vez que doblo una esquina por miedo a
que el viento me despeine o me entre algo de arena en la mirada.
Brindaremos por haber llegado.
Quizá me acostumbre a volar, a las caricias... y desaparezca el vértigo.
Brindaremos por haber llegado.
Quizá me acostumbre a volar, a las caricias... y desaparezca el vértigo.
Ya lo conocía y m encanta profe
ResponderEliminarJajajaja, no sé quién eres te llamaré "matrioska"
ResponderEliminarMe alegra que te guste