Imagen de Marc Le Mené |
He desatado los cordones de mis zapatos para tropezar y caer a tu lado.
Esta noche te regalo mi cuerpo para que la templanza de tus dedos consiga de él los mejores acordes.
Suelo jugar, te aviso.
A veces me escondo en mi silencio y resulto incómoda.
Hay días en los que mis consonantes son incomprensibles, grito miedos, solo me apetece brindar con agua y nadie me invita a las fiestas.
Pero siempre amanece y sé acariciar los recovecos del alma.
Me gustan los vaivenes y algún insomnio de vino y rosas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.